La Educación en Ásia
En sus 44.000.000 de km², Ásia es sumamente heterogénea en cuanto a su economía y a su educación. Nos encontramos con un oriente en expansión, moderno y gozando de bienestar, y con un sur pobre y altamente analfabeto. Economía y educación siguen un rumbo idéntico: a mayor educación mejor economía y viceversa. Es que sin educación no hay progreso económico posible, y sin recursos no puede sostenerse la educación.
Como característica de la educación en Asia podemos afirmar que es muy rígida. Entre los países más favorecidos encontramos en primer lugar a Japón, con obligatoriedad de la enseñanza primaria de seis años, y secundaria de tres años, con predominio de la escuela pública (aunque hay gran aporte del sector privado sobre todo en el nivel superior). Luego viene el bachillerato de tres años, que si bien no es obligatorio es elegido por casi todos los adolescentes para continuar su formación que culminará en los estudios superiores.
En China, también la enseñanza obligatoria es de 9 años, pero los adolescentes acceden a los ciclos superiores llegando un 20 % a la universidad.
También han registrado grandes progresos, Indonesia, Vietnam, Malasia, Singapur, Filipinas, Corea del sur, y Tailandia. Allí la enseñanza básica alcanza a casi toda la población, complementada con educación a distancia, sobre todo a través de la radio y la televisión para llegar a niños que no pueden concurrir a centros de enseñanza, o para complementar la educación formal, y para capacitación docente.
La educación en Asia se orienta a la transmisión d conocimientos, en constante interacción con los alumnos, en jornadas extensas, de ocho horas diarias, aunque con recreos extensos, con no asistencia solo los Domingos; formando a los docentes como expositores ingeniosos, adquiriendo su conocimiento más en la práctica que en la teoría, siendo una profesión bien remunerada y respetada, con gran trabajo colaborativo entre los docentes.
Como contrapartida, Pakistán y Afganistán sufren un alto grado de analfabetismo, siendo mayor en las mujeres y en las zonas rurales, y los niños que comienzan el colegio, rara vez pasan del cuarto grado.
Como característica de la educación en Asia podemos afirmar que es muy rígida. Entre los países más favorecidos encontramos en primer lugar a Japón, con obligatoriedad de la enseñanza primaria de seis años, y secundaria de tres años, con predominio de la escuela pública (aunque hay gran aporte del sector privado sobre todo en el nivel superior). Luego viene el bachillerato de tres años, que si bien no es obligatorio es elegido por casi todos los adolescentes para continuar su formación que culminará en los estudios superiores.
En China, también la enseñanza obligatoria es de 9 años, pero los adolescentes acceden a los ciclos superiores llegando un 20 % a la universidad.
También han registrado grandes progresos, Indonesia, Vietnam, Malasia, Singapur, Filipinas, Corea del sur, y Tailandia. Allí la enseñanza básica alcanza a casi toda la población, complementada con educación a distancia, sobre todo a través de la radio y la televisión para llegar a niños que no pueden concurrir a centros de enseñanza, o para complementar la educación formal, y para capacitación docente.
La educación en Asia se orienta a la transmisión d conocimientos, en constante interacción con los alumnos, en jornadas extensas, de ocho horas diarias, aunque con recreos extensos, con no asistencia solo los Domingos; formando a los docentes como expositores ingeniosos, adquiriendo su conocimiento más en la práctica que en la teoría, siendo una profesión bien remunerada y respetada, con gran trabajo colaborativo entre los docentes.
Como contrapartida, Pakistán y Afganistán sufren un alto grado de analfabetismo, siendo mayor en las mujeres y en las zonas rurales, y los niños que comienzan el colegio, rara vez pasan del cuarto grado.
La educación en Iraq
El primer estudio global sobre las condiciones de las escuelas durante el periodo de la post-guerra iraquí ha confirmado que miles de escuelas carecen de lo básico para aportar a la infancia una buena educación.
Esta encuesta, publicada esta semana por el Ministerio iraquí de Educación, muestra que un tercio de las escuelas primarias de este país no cuentan con suministro de agua y, casi la mitad, carecen deservicios sanitarios.
Las provincias más afectadas son Thiqar, Salaheddine y Diala, donde más del 70% de las escuelas primarias o carecen de todo el servicio de agua o el que existe no funciona.
La encuesta revela que a pesar de las dificultades, el número global de matrículas aumentó durante el año escolar 2003/2004. Sin embargo, la encuesta muestra también que el número de infraestructuras escolares adecuadas no ha avanzado al mismo ritmo que la demanda.
La educación en Afganistán
Afganistán tiene dos sistemas de educación. La educación religiosa, enseñada por los mulás, los cuales se encargan de enseñar el Corán, la lectura, la escritura y las matemáticas. El otro sistema de educación fue implantado en 1964 y consistía en la enseñanza elementaria obligatoria y gratuita para niños de 7 a 15 años. Este sistema realmente nunca llegó a cumplirse y en el año 2001, solo el 58% de los habitantes mayores de 15 años sabían leer y escribir. Hoy en día, la mayoría de las escuelas han sido destruidas. Hasta la guerra civil, la Universidad de Kabul, era el centro de educación con más prestigio. Dicha Universidad fue fundada en 1932 y debido a la guerra, todo el material que conservaba en su biblioteca, fue dispersado.
La educación en Afganistán ha sido reconstruida después de la caída del régimen talibán. La educación primaria dura 6 años. Si los estudiantes aprueban el examen de entrada, son admitidos en la educación secundaria, la cual está dividida en los grados del 7 al 9 y del 10 al 12.
Una educación más alta se puede completar en 6 principales universidades de Afganistán. Con la ayuda de la UNESCO, recientemente, más de mil mujeres han tomado exámenes para entrar en la universidad.
La educación en Pakistán
El sistema educativo formal de Pakistán no tiene la capacidad necesaria para satisfacer la creciente demanda educativa del país. Las escuelas son escasas y están mal equipadas. La formación de los maestros deja mucho que desear, al igual que la calidad de los materiales didácticos, amén de que el número de niños en cada curso es excesivamente alto. Son especialmente las niñas las que se ven afectadas por esta situación, agudizada aún más por el entorno cultural. A través de medidas de educación no formal se intenta combatir este déficit.
No hay comentarios:
Publicar un comentario